Cada diciembre trae consigo un aire particular: luces, música, preparativos y, en las empresas, una agenda repleta de “antes de fin de año”. Los equipos corren detrás de objetivos, los correos se multiplican y las reuniones parecen interminables.
En Pluxee creemos que reconocer el esfuerzo, la dedicación y los logros de los colaboradores es clave para fortalecer la cultura organizacional, la motivación y la retención del talento. Pero tan importante como el reconocimiento en sí es la forma en que se entrega.
Las celebraciones de fin de año tienen un impacto positivo en la motivación y el compromiso de los equipos. Estudios regionales de Mercer muestran que las empresas que reconocen a sus colaboradores en esta temporada pueden llegar a registrar hasta un 20% más de engagement.
La competencia por el talento ya no se libra únicamente en la arena de los salarios. En un contexto donde la inflación, la rotación y la búsqueda de bienestar impactan directamente en la productividad, los beneficios se han convertido en un factor decisivo.
¿Se terminó la era de los paquetes estándar y llegó el momento de los beneficios “a la carta”? Todo indica que sí. América Latina atraviesa un punto de inflexión en el que la libertad de elegir cómo recibir valor más allá del salario se vuelve una prioridad para colaboradores y empresas.
En Pluxee sabemos que la segunda mitad del año es clave para que las empresas planifiquen su cierre con tiempo. No se trata solo de alcanzar metas o cumplir deadlines, sino también de preparar celebraciones que unan a los equipos y dejen un buen recuerdo.
En el competitivo entorno empresarial actual, externalizar la gestión de beneficios corporativos dejó de ser una opción operativa para convertirse en una decisión estratégica. Esta práctica, cada vez más adoptada por empresas peruanas y de toda la región, permite optimizar recursos, reducir costos y brindar una mejor experiencia al colaborador.
En Pluxee Perú creemos que un programa de beneficios debe tener un propósito claro, tangible y alineado con la realidad de quienes integran la organización. Más allá de ofrecer una lista atractiva en una propuesta laboral, el verdadero impacto se ve en el día a día de los equipos. Sin embargo, los datos muestran que no todos los beneficios cumplen con esa promesa.
Si alguien observara una oficina en Perú en el año 2000 y luego viera cómo trabajamos en 2025, pensaría que pasó medio siglo. Desde los avances tecnológicos hasta los nuevos modelos de liderazgo, el entorno laboral ha vivido una revolución silenciosa pero profunda. La transformación no ha sido solo en las herramientas o los espacios, sino en la cultura, los valores y las expectativas de los colaboradores.
En el mercado peruano hace ya varios años las tendencias han cambiado y se ha comenzado a poner el foco en las personas. Las empresas están llamadas a repensar sus estrategias para atraer, motivar y retener talento; esto debido a que la pandemia y los cambios generacionales han puesto el bienestar y la flexibilidad en el centro de la agenda corporativa.
¿Alguna vez te dieron un reconocimiento laboral que te dejó un sabor amargo? Tal vez fue una taza con tu nombre. Una tarjeta genérica firmada por el jefe. O un mail en cadena diciendo “¡Buen trabajo equipo!”, sin mencionar siquiera tu aporte. En vez de sentirte valorado, te sentiste invisible.
En el mundo laboral actual ya es un hecho que el "retener talento" se ha convertido en una prioridad para las organizaciones. ¿Por qué? porque cada vez los colaboradores duran menos en sus puestos de trabajo y se mueven de sus posiciones en busca de mayor satisfacción personal. En ese sentido, diversos estudios destacan que la falta de reconocimiento es una de las principales causas de rotación de personal.
El Día del Padre es una fecha que muchas empresas aún pasan por alto en sus estrategias de bienestar laboral, perdiendo una valiosa oportunidad de conectar con una parte importante de su talento humano. Reconocer a los papás que forman parte de tu equipo no solo es un acto de justicia, sino también una inversión estratégica que repercute en la motivación, fidelización y productividad.
Imagina a Laura, una colaboradora que llega a la oficina después de una mañana caótica: el transporte llegó tarde, tuvo que resolver un asunto familiar urgente y todavía no ha comido nada. El día podría haber empezado cuesta arriba. Sin embargo, su empresa le brinda acceso a una tarjeta de alimentación con la que puede almorzar sin preocuparse, y una tarjeta de regalo que le permite resolver pequeñas urgencias sin tocar su salario.
En un mercado laboral cada vez más competitivo, retener talento ya no depende solo del salario. La clave está en cómo las empresas cuidan a su gente. ¿Y si la verdadera ventaja competitiva estuviera en los beneficios que ofreces?